Deja Andrés Manuel López Obrador una huella imborrable en Tamaulipas: Américo Villarreal
- Ante la presidenta electa Claudia Sheinbaum, reconocen legado de Catarino Erasmo Garza y depositan sus restos en Matamoros
La obra material y social del presidente Andrés Manuel López Obrador en Tamaulipas deja huella; por ello, las y los tamaulipecos han decidido proteger su legado y preservar la fuerza moral de su ejemplo para seguir hacia adelante, afirmó el gobernador Américo Villarreal Anaya.
En el marco de la develación del monumento a Catarino Erasmo Garza Rodríguez y en presencia de la presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo, y la doctora Beatriz Gutiérrez Müller, el gobernador entregó a López Obrador un reconocimiento con 377,474 firmas de tamaulipecas y tamaulipecos que se hicieron presentes en distintos espacios y plazas públicas, “con el fin de expresarle nuestra alegría de que este país se haya transformado para bien”.
“Tenga la certeza de que la huella que ha dejado en la historia de México y en el corazón de su pueblo es y será valorada como uno de los momentos más fecundos”, dijo.
“Esta lucha ha madurado, ha tenido éxito y México es otro. Sobre los fundamentos de su extraordinario origen, nuestro país ha recuperado dignidad, soberanía, libertades y derechos; ha reinstalado el estado de bienestar, tiene gobiernos verdaderamente al servicio del pueblo y, sobre todo, la llama de la esperanza permanece encendida”, agregó.
LOS IDEALES DEL TAMAULIPECO CATARINO GARZA CRUZARON LAS FRONTERAS
Durante el acto, en el que también se depositaron los restos del matamorense Catarino Garza en el monumento que se ubica en la entrada del puente internacional conocido como Puente Nuevo, en los límites de Matamoros y Brownsville, Texas, el presidente Andrés Manuel López Obrador hizo un amplio relato histórico de la lucha del revolucionario tamaulipeco contra el porfirismo y la manera en que sus ideales cruzaron las fronteras.
López Obrador agradeció a los historiadores y a todo el equipo que hizo posible identificar los restos de Catarino Garza, abandonados en una fosa común en Boca del Toro, Panamá, y repatriarlos a su tierra natal luego de 26 meses de investigación.
Por su parte, la presidenta electa Claudia Sheinbaum aseguró que este evento entrañable y simbólico es una manera de preservar la memoria histórica y la reivindicación de una figura que en algún momento quisieron que quedara olvidada.
“Este homenaje implica dejar como legado una visión de que la memoria histórica coloque en el centro a un revolucionario del pueblo que luchó en contra de la discriminación de los mexicanos en Estados Unidos, por la libertad de expresión, en contra del régimen porfirista autoritario y la no reelección”, expresó.
“Y por si fuera poco, un internacionalista que donde estuvo promovió independencia y libertad”, puntualizó.
En su intervención, Beatriz Gutiérrez Müller afirmó que Catarino Garza, además de ser un revolucionario, precursor de la Revolución Mexicana, reformador, visionario y demócrata, también era poeta.
La esposa del presidente López Obrador dio lectura a una carta que Catarino Garza envió a su esposa Concepción en su camino rumbo al exilio en marzo de 1892.
Para finalizar, las autoridades y los invitados montaron una guardia de honor al pie del monumento elaborado por el escultor Pedro Reyes.
La ceremonia también contó con la presencia de: Luis Crescencio Sandoval, secretario de la Defensa Nacional; Rafael Ojeda Durán, secretario de Marina; Carlos Tijerina, bisnieto de Catarino Garza; Luisa María Alcalde, secretaria de Gobernación; Leticia Ramírez, secretaria de Educación Pública; Laura Beatriz Moreno Rodríguez, embajadora de México en Chile; Alejandro Gertz Manero, fiscal general de la República; Laura Elena Carrillo Cubillas, subsecretaria para América Latina y el Caribe de la Secretaría de Relaciones Exteriores; Diego Prieto Hernández, director del Instituto Nacional de Antropología, y Rubén Sauceda, presidente municipal de Matamoros.
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