CLAUSURAN ESTADIO Y PLAZA DE TOROS EN CDMX POR FALTA DE SEGURIDAD

Por Luis Martínez Alcántara

CIUDAD DE MÉXICO.- La noche del 2 de noviembre el Estadio Ciudad de los Deportes y la Plaza de Toros México fueron clausurados por la alcaldía de Benito Juárez, en la Ciudad de México. La decisión fue anunciada por el alcalde Luis Mendoza durante un evento en el que se disputaba un partido de fútbol entre Cruz Azul y Santos. Las autoridades argumentaron que ambos recintos no cumplían con las normas de Protección Civil, lo que ponía en riesgo la seguridad de los asistentes y los vecinos de la zona.

Luis Mendoza explicó que la clausura se debió a la sobresuscripción de boletos para los eventos programados en ambos lugares, lo que generó preocupaciones sobre el cumplimiento de las medidas de seguridad necesarias. El alcalde enfatizó que esta acción se tomó en conjunto con Clara Brugada, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, y que era parte de un esfuerzo más amplio para garantizar el orden y la seguridad en la alcaldía. 

Mendoza subrayó que su responsabilidad era proteger a las familias que asisten a estos espectáculos, asegurando que las clausuras permanecerían vigentes hasta que se cumplieran las normativas correspondientes.

Los asistentes a ambos eventos reaccionaron con sorpresa y descontento ante la repentina clausura. Muchos aficionados del Cruz Azul, quienes habían pagado por sus boletos para ver el partido, se encontraron desalojados del estadio justo al finalizar el encuentro. Por otro lado, los espectadores del concierto “Coco: un festival para recordar” en la Plaza de Toros también fueron obligados a abandonar el lugar antes de que pudiera concluir el evento. 

Esta situación generó una mezcla de frustración y confusión entre los presentes, quienes no esperaban tal medida durante una noche dedicada al entretenimiento.

Ante esto hay incertidumbre sobre si podrán llevarse a cabo tanto en el Estadio Ciudad de los Deportes como la Plaza de Toros los eventos programados para el resto del mes. Las autoridades locales dejaron claro que la responsabilidad recae sobre los administradores de estos recintos para asegurar su cumplimiento con las normativas necesarias.