CHAPINGO BAJO LA LUPA: 3 FEMINICIDIOS, IMPUNIDAD Y UN RECTOR PRÓFUGO
Por Monserrat Californias
En las últimas dos décadas, la Universidad Autónoma Chapingo (UACh) ha sido escenario de al menos tres feminicidios y varios casos de violencia sexual en contra de alumnas. Uno de los más recientes y mediáticos es el de Nelly Concepción Soto Mijangos, quien denunció por abuso sexual al rector Ángel N. en 2022. Su valentía detonó un movimiento estudiantil que exige justicia, pero también sacó a la luz la larga lista de agresiones no resueltas en el recinto académico.
La colectiva estudiantil Las Circasianas alzó la voz con una petición en Change.org para que la UACh publique sus protocolos de prevención y atención a la violencia de género. Además, han denunciado la falta de respuesta institucional a casos previos, que involucran acoso, abuso y vejaciones cometidas por personal académico, estudiantes y egresados. A la fecha, esa información sigue siendo reservada por la universidad.
Entre los feminicidios registrados destaca el de Zuly Shan Cruz Mendoza, asesinada en 2004 dentro del dormitorio femenino mientras cursaba el segundo año de Ingeniería Forestal. En 2014, Minerva Pacheco Ramón fue hallada muerta en los campos deportivos, sin que se investigara a fondo. En 2019, el cuerpo de Nazaret Bautista Lara fue encontrado en un contenedor de agua dentro del campus; tenía apenas 15 años. En todos los casos, la justicia ha sido lenta y opaca.
Los testimonios de agresiones sexuales dentro y fuera del campus también han sido constantes. Una estudiante relató haber sido atacada en 2016 al cruzar un puente peatonal rumbo al internado. Aunque se emitieron alertas tras el caso de Nazaret, no fue hasta la denuncia contra el rector que la atención mediática y social puso verdaderamente en jaque a la UACh, al evidenciarse el abuso de poder dentro de la institución.
Actualmente, el juicio contra el exrector continúa. Tras varios intentos fallidos de captura, Ángel N. fue declarado prófugo y recurrió a la CNDH, mientras que su víctima sigue enfrentando represalias. El caso de Nelly ha puesto en entredicho la autonomía universitaria cuando se convierte en escudo de impunidad. Las estudiantes de Chapingo han exigido que se rompa el silencio y se ponga fin a la violencia de género dentro de la institución.
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